Océanos

El viento de frente mientras se camina, el aroma salado que entra en la nariz, el pelo que comienza a revolotearse con el viento y un suspiro que termina en sonrisa. Ahí está, tan grande y soñado. Tan suyo y a la vez tan lejano. Amigo y enemigo a la vez. Tan grande que si miras al final se fusiona con el cielo porque lo llena todo. La llama y le dice con cariño "Venís? Dale, entra un rato y quédate para siempre en mi ritmo"

Los pies que tocan la arena caliente y luego, más adelante, la fría. Los pies que juegan a esconderse y aparecer con el ir y venir de las olas. Cuando lo que se sentía frío se torna cálido y el tiempo parece detenerse ella encuentra infinitud. Nada pesa. Todo lo que en la rutina era grande como un mundo ahora es tan pequeño que ya se lo llevó la anterior ola que pasó. Ella se recuerda dejando su paso caer para luego emerger tan liviana que flota. Ahora es parte de la marea. Es un cachito del inmenso mar y por más que se aleje siempre distinguirá su voz llamándola de nuevo a volver.

Cada costa con su gente y sus historias. Cada metro cuadrado sin cuadrado ni metro que pueda medirlo. Tan misterioso y poderoso que asusta. Tan azul que enamora. Ella sentía apego hacia el mar, siempre pensó a los sentimientos y procesos como olas.

Quien se cría al lado del océano aprende a respetarlo y a tomarlo en serio por su fuerza. Se aprende también, a disfrutar la calma y la vida que desprende. Sabe que a veces es una quien tiene que acercarse hacia él, pero que otras es él quien se acerca e invade su comodidad. Diferentes maneras de vivirlo, pero todas reflejan eternidad. Puede elegir si mirarlo de lejos o aceptar la invitación. Claramente se rinde ante la fuente de agua infinita y corre a su encuentro.

"Un océano sin costas eres tú. Como que no termina, es tu voz" - banda Un Corazón
"Tu voz me llama a las aguas donde mis pies pueden fallar. Ahí te encuentro en lo incierto" - Hillsong United