Las mujeres que soy

Hace poco fue mi cumpleaños. Recibí regalos y textos a pesar del distanciamiento social en el que estamos inmersos.

Entre esos textos habían cosas que se repetían como "Sos una gran mujer", "una mujer ejemplar", "una mujer de Dios". Y yo como OSTIE LO QUE FLIPAN. Es demasiado.

En ese asombro decidí parar a pensar y y preguntarme, ¿soy eso?
Mi respuesta fue - Sí, por supuesto que lo soy. Soy eso pero también soy más cosas. -

Soy la que prefiere los desayunos y meriendas antes que los almuerzos y cenas.
Soy la sueña y canta en otro idioma.
Soy la que llora de impotencia ante cada trabajo práctico pero también,
la que después lo aprueba con sobresaliente.
Soy la que le habla duro a sus papás, pero después se arrepiente.
Soy la que siempre baja del bondi con el libro en la mano
Soy la que sueña y anhela dejarle algo eterno al mundo
antes de perderse entre las estrellas. Soy la hija del que hizo esas estrellas.
La que duerme de costado porque boca arriba ronca.
Soy la que ama orar, la música, la poesía y las palabras de los libros antiguos,
a la que le puede la curiosidad y si tiene a alguien nuevo delante lo ametralla con preguntas.
Soy la que hace chistes malos que a veces no llegan a decirse porque me río antes de contarlos.
Soy la que cada día tiene que encontrar el equilibrio entre el idealismo interno y la dureza de la sociedad.
La que ama a sus amigos. La de las ideas copadas.
Soy la que dice "eso está mal" con la falsa esperanza de que se arregle.
Soy la que ama la horchata de chufa, las natillas, las tortitas negras y el campari. Soy la que elige el mar por encima de todo porque me crié con el aroma salado en la nariz.

También soy la que a veces se olvida de dónde está y reclama comportamientos que acá no existen.
La que se ríe por lo bajo de algún chiste interno y la que hace preguntas afiladas justo donde no debía preguntar. La que ama la música indie y se hace la indie pero no le sale.
Soy la que quiere siempre vestirse con ropa de Zara pero que recurre a Avellaneda como suplente fav.
Soy la que ama demasiado aunque le dé vergüenza y se banca lo que venga.

Soy nati en el trabajo, naty para los que no me conocen, galle para mis amigos argentinos y natalia para los españoles. Hasta hay una familia que me dice viqui.

Quizás entre todas esas mujeres está la gran mujer ejemplar, la que otros admiran. Pero hoy estoy envuelta en una bata de peluche con un tazón de té con leche, esperando a que se hagan las 2pm para entrar a una reunión del trabajo.

blooming

Y aunque así estoy, soy.
Por ahora, soy todas esas mujeres que nombré.