Volver a Onetti
Puedo decir que llegamos vivas a esto, partes de mi ser. Conseguimos atravesar los doce meses transitados junto con el resto del mundo. Festejemos. Somos parte de una coreografía cósmica que nos halla danzantes, en elipses, siguiendo un ritmo constante. ¡Es increíble todo lo que cabe en una sola vuelta al sol! Pero aún más increíble es haber reconocido una marca de repetición peculiar en esa danza, como si fuese una firma que asienta el cierre de un ciclo personal que trasciende al planetario. Ahora que se terminan las hojas de mi agenda, caigo en la cuenta de que estoy terminando el año, este paseo galáctico, como lo empezamos. Un artista que admiro mucho escribió un libro llamado Todo queda igual pero igual cambia; y me parece el mejor ejemplo para expresar lo que pasó. Desde afuera, nada más allá de lo común. Solamente una chica cualquiera que sale del subte B en la estación Uruguay y se apresura para cruzar la calle Corrientes antes de que el semáforo llegue a cero. Hace...