Amigos
Lo siguiente es solo un reflejo, solo un destello de todo lo que son:
Carla fue la primera en hablarme e integrarme cuando era nueva en el país. Decidí hacer esto por ella. Ayer me ayudó con toda la logística de transportar una gran torta de cumpleaños/boda a un bar. Es un amor caminante.
Malena me hospedó una semana entera en su casa cuando todo era oscuro y mis papás recién se separaban. Cada año me regala un cuaderno hecho a mano donde escribo cosas como esta. Me enfoca en lo eterno de la vida.
Debi me invitó a pasar Año Nuevo en su casa ese mismo año oscuro. Cuando fuimos a misionar a Entre Ríos en un invierno feroz ella me dio su manta polar para que no muera de frío por la noche. Hablar con ella me da paz.
Lucas es el que da los abrazos justo cuando necesito uno. Me ayudó a apreciar y sentirme orgullosa de la cultura de himnos y biblia que traemos desde chicos. Me inspira a crecer.
Lucho me hizo conocer LAPEN, algo inamovible ahora en mi vida. También fue la larga charla que necesitaba para ordenar mis ideas sobre el cambio de carrera. Tiene un corazón gigante y hace los mejores mates que probé.
Gian es mi coequiper literario. Con él comparto mi pasión por las letras y la expresión creativa. Está dispuesto a llevarme a cualquier lugar si está manija. Corazón noble, sincero y fiel. Ayer subió la torta gigante hasta mi ascensor porque no me daban las manos.
Ciche me enseñó a usar Photoshop cuando estaba en quinto año. Con la misma naturalidad me dice lo guapa que estoy o se queda en silencio a mi lado. Es alguien que se expresa sin problemas y siempre tiene las palabras justas para mi.
Fran me hizo la merienda más rica y graciosa de mi vida. Una vez fui a buscarlo a la casa y estaba durmiendo. Fue el que me introdujo a la cultura porteña con los paseos en el 208. El sí que es ejemplo en vivir la “cultura de honra” que yo persigo. Empodera a todos los que lo rodean.
Celeste y Andy acá están juntos pero porque los dos valen oro. Me hacen reír cada vez que los veo. Ellos no lo saben pero muchas veces fueron la respuesta que necesitaba a oraciones en momentos de tristeza. Son demostrativos y sinvergüenzas. Celeste, además, me deja las uñas como las famosas de la tv y siempre está atenta a ayudar.
Faltan líneas para Cande, Meli, Juli, Pets, Agos, Sofi, Mechi, Sol, Mati y muchos más, incluido Joaquito. Lo que quise y quiero con esto es honrarlos no solo por lo que hacen, sino por lo que son. Maestros para mí en lo pequeño y profundo de lo cotidiano.
Desde este blog a la vida, gracias.
Los quiero.
Carla fue la primera en hablarme e integrarme cuando era nueva en el país. Decidí hacer esto por ella. Ayer me ayudó con toda la logística de transportar una gran torta de cumpleaños/boda a un bar. Es un amor caminante.
Malena me hospedó una semana entera en su casa cuando todo era oscuro y mis papás recién se separaban. Cada año me regala un cuaderno hecho a mano donde escribo cosas como esta. Me enfoca en lo eterno de la vida.
Debi me invitó a pasar Año Nuevo en su casa ese mismo año oscuro. Cuando fuimos a misionar a Entre Ríos en un invierno feroz ella me dio su manta polar para que no muera de frío por la noche. Hablar con ella me da paz.
Lucas es el que da los abrazos justo cuando necesito uno. Me ayudó a apreciar y sentirme orgullosa de la cultura de himnos y biblia que traemos desde chicos. Me inspira a crecer.
Lucho me hizo conocer LAPEN, algo inamovible ahora en mi vida. También fue la larga charla que necesitaba para ordenar mis ideas sobre el cambio de carrera. Tiene un corazón gigante y hace los mejores mates que probé.
Gian es mi coequiper literario. Con él comparto mi pasión por las letras y la expresión creativa. Está dispuesto a llevarme a cualquier lugar si está manija. Corazón noble, sincero y fiel. Ayer subió la torta gigante hasta mi ascensor porque no me daban las manos.
Ciche me enseñó a usar Photoshop cuando estaba en quinto año. Con la misma naturalidad me dice lo guapa que estoy o se queda en silencio a mi lado. Es alguien que se expresa sin problemas y siempre tiene las palabras justas para mi.
Fran me hizo la merienda más rica y graciosa de mi vida. Una vez fui a buscarlo a la casa y estaba durmiendo. Fue el que me introdujo a la cultura porteña con los paseos en el 208. El sí que es ejemplo en vivir la “cultura de honra” que yo persigo. Empodera a todos los que lo rodean.
Celeste y Andy acá están juntos pero porque los dos valen oro. Me hacen reír cada vez que los veo. Ellos no lo saben pero muchas veces fueron la respuesta que necesitaba a oraciones en momentos de tristeza. Son demostrativos y sinvergüenzas. Celeste, además, me deja las uñas como las famosas de la tv y siempre está atenta a ayudar.
Faltan líneas para Cande, Meli, Juli, Pets, Agos, Sofi, Mechi, Sol, Mati y muchos más, incluido Joaquito. Lo que quise y quiero con esto es honrarlos no solo por lo que hacen, sino por lo que son. Maestros para mí en lo pequeño y profundo de lo cotidiano.
Desde este blog a la vida, gracias.
Los quiero.
Comentarios
Publicar un comentario